Entrevista a Sofía Ellar: “Hay que saber permitirse estar mal sabiendo que es nuestra obligación remontar”
- Te defines como una “persona vitamina” que aprovecha toda la energía para crear y vivir, y en parte “Libre” habla de ello. ¿Cómo te gustaría que se viviera tu música?
Creo que la música hay que vivirla desde la realidad y el corazón con el que se escribe. Sí me considero persona vitamina pero ahora soy consciente de que no puedes permitir que por ser “vitamina” la gente te deje sin esa energía tan particular. Para eso hay que aprender a decir que no a veces y trabajar en uno mismo.
- Realizar el trabajo de fin de grado de ADE originó en ti a una persona polivalente que se compone, se autoproduce, se autoedita y que, a fin de cuentas, lidera un proyecto que saca adelante un montón de trabajo que no es sencillo. ¿Cómo te gestionas para “no petar”? ¿Hay espacio para la frustración?
Peto a menudo y es inevitable a veces pagarlo con los que más te quieren y más te sostienen. Son muchísimas cosas a las que hay que hacer frente día a día y en roles muy diferentes por lo que es normal a veces desubicarte o desconectar de este trabajo tan 24/7.
- Nunca tuviste miedo de escribirle al amor, al desamor, a vivir y arriesgar; siempre encontrando el aprendizaje. ¿Cómo haces para dirigir una canción que duele hacia el lado positivo?
Creo que todas las cosas pasan por algo y es en esos “algos” en los que se encuentra la inspiración: que, en mi caso es parte del continuo aprendizaje emocional. Para levantarte has tenido que caerte y en las caídas están las mejores canciones (ojo, también en las remontadas).
- Valoras mucho el cuidado de la familia, las amistades, las relaciones, el amor propio. Entre tanto concierto y trabajo que no se ve, ¿cómo mantienes ese equilibrio?
El equilibrio se encuentra cuando los pilares base de tu vida están fuertes y sólidos. Tengo una familiar ejemplar y maravillosa, unos hermanos y unos padres que me quieren bien y me dicen las verdades como puños. En este contexto es importante recalcar que hay que saber aceptar y escuchar las críticas constructivas para mejorar y alejarte de quienes te doran la píldora porque eso solo alimenta el ego y el desequilibrio. Deporte, relaciones sanas y foco.
- Acaba de salir tu tercer álbum “Libre” donde hemos descubierto una lista de temas que sorprenden con registros que no te habíamos oído anteriormente. Además, viene con un mensaje muy reflexivo. ¿Cómo se cocinó este proyecto?
Los discos cuentan etapas e historias y hasta que no llegó el momento de contarla no quise sacar esa etapa. Esa etapa ya pasó, ya la viví, y está recogida en ese disco de 11 canciones: “Libre”.
- Este álbum también es luz dentro de un mundo en el que nos resulta fácil apagarnos y en alguna ocasión has mencionado que “Cancha y gasolina” es una canción que nace en un momento clave y representa un cambio de chip enorme en ti después de una etapa complicada. ¿Cómo está siendo para ti emocionalmente presentar este proyecto en concierto?
“Cancha y gasolina” fue un verdadero punto de inflexión, fue un reseteo muy necesario y momento de introspección personal para llegar a ser la Sofía que soy hoy. Todos pasamos por estas curvas y hay que saber permitirse estar mal sabiendo que es nuestra obligación remontar. “Cancha y gasolina” es una ruptura con todo, una despedida a los miedos y una bienvenida a la vida.
- Tienes una relación muy especial con mi tierra, Cantabria, de la que confiesas han nacido gran parte de tus canciones. Siempre he pensado que todos deberíamos tener ese lugar que nos dé paz, que sea hogar. ¿Qué encuentras en esas playas que tanta inspiración te dan?
Me hace ilusión que también sea tu tierra. Yo también la siento un poquito mía o más bien, yo soy un poquito de ella. La naturaleza siempre me ha hecho conectar con mi yo más sincero y puro, y tras haber trabajado en encontrar ese yo me he dado cuenta de que quien escribe más canciones es mi niña interior. ¡Todos tenemos uno dentro y hay que sacarlo más a menudo y ahogarlo menos!
- Con el álbum en el mercado y la gira en pleno rendimiento, ¿cómo están siendo los momentos post concierto de este cara a cara con tu público?
Pues estoy descansando más que nunca. Se acaba el concierto, hay que bajar pulsaciones, cenar algo con el equipo con quienes haces relación de familia y quienes forma una importantísima parte de todo esto; desmaquillarte, meditar y volver a poner los pies en la tierra para no perder el norte.